Ella

Ella, tranquila y ardiente, se acercó a la ventana. Nada cubría su cuerpo. La luz que entraba por los enormes ventanales bañaba su piel. No tenia pudor alguno en enseñar su cuerpo a cualquier persona que pasara por la calle a sus pies. La visión no era perfecta pero a través de los cristales su silueta se apreciaba un tanto difuminada, ella lo sabía y le excitaba ver como se escapaba alguna mirada de la gente que pasaba bajo su ventanal.

Megan observaba las reacciones y sonreía con lujuria. Mario despertó, se acercó por detrás y la abrazó.
Él también estaba desnudo y excitado. Mario la giró, se puso de rodillas y comenzó a besar su intimidad sin ninguna contemplación mientras se masturbaba, estaban a punto ambos, la cogió de las caderas y la apoyó en el cristal. Sin ningún momento de vacilación él la penetró ante la vista de cualquiera que pasara por la calle, a los pies de su ventanal.

Dakota©