domingo, 14 de abril de 2024

Una casa en las afueras

Megan Miller harta de vivir en la ciudad se mudó a una urbanización en las afueras. Alquiló una casa con un precioso jardín, una urbanización tranquila, cada casa tenía su parcela, era lo que buscaba, apartarse del ruido de la ciudad. Megan tenía una hija, Lisa.

Sara, la vecina de al lado se acercó a darles la bienvenida, vestía de los años 60, pero Megan no le dio mucha importancia, pensó que le gustaba esa época y por eso vestía así.
Poco después conoció al vecino de enfrente, curiosamente también vestía de los años 60, a Megan le pareció un tanto raro esa coincidencia.
Días después de vivir allí, Lisa, la hija de Megan le comentó:
- Mamá hoy el señor Landin me ha contado una historia.
- ¿El señor Landin?
- Claro mamá, el jardinero. Todos los días paso un ratito con él y me cuenta historias sobre este lugar.
- ¿Que jardinero?
- Mamá, el jardinero, el que quita las hojas de la entrada todas las mañanas.
- Hija, no tenemos jardinero.
Ambas se miraron ¿quien sería el misterioso jardinero?

Megan y Lisa decidieron ir a la ciudad en busca de información, llamaron a la inmobiliaria pero ese número ya no existía, algo extraño estaba sucediendo. Así que fueron al registro de la propiedad y quedaron atónitas cuando fueron informadas de que esa urbanización llevaba mucho tiempo abandonada y ya nadie vivía allí. Megan le contó al funcionario:
- No puede ser, mi vecina Sara, me dio la bienvenida al llegar.
- Señora Miller, le aseguro que allí no vive nadie desde el incendio del 20 de mayo de 1.964, murieron varios vecinos del lugar, las casas se rehabilitaron pero nadie las ha vuelto a habitar.
- Pero Sara Nelson vive allí, es mi vecina de al lado.
- Señora Miller, Sara Nelson es una de las fallecidas en aquél incendio.

Megan y Lisa salieron del registro sorprendidas, si Sara Nelson había fallecido significaba que era un espíritu, en ese momento le cuadró que fuera vestida de los años 60, el incendio fue en 1.964. Por tanto el vecino de enfrente y el jardinero también serían espíritus.

Ahora tendrían que decidir si quedarse o marcharse de la casa.

Dakota©

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