miércoles, 1 de septiembre de 2021

Fragmento discurso de Federico García Lorca

"Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí.

'Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre', piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.

Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada.

Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.

¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor', y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita, y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!'.

Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.

Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: ‘Cultura'. Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz. Y no olvidéis que lo primero de todo es la luz.

Que esta biblioteca sirva de paz, inquietud espiritual y alegría en este precioso pueblo donde tengo la honra de haber nacido, y no olvidéis este precioso refrán que escribió un crítico francés del siglo XXI: «Dime qué lees y te diré quién eres»."

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Fragmento del discurso que Federico García Lorca pronunció en la inauguración de la biblioteca de su pueblo natal, era septiembre de 1.931 en Fuente Vaqueros(Granada).

Imagen tomada de la web📷


6 comentarios:

  1. Maravilloso siempre Lorca. Un discurso magistral como todos los que daba Federico que eran pura poesía. Es siempre un placer leerle en cualquier de sus facetas. Gracias Dakota por acercarlo.

    Un abrazo enorme.

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    1. Grandes sus palabras como su poesía, me agrada que te guste, un abrazo para ti Rita🌹

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  2. Han pasado tanto años y sigue vigente. Te mando unb eso

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    1. De los más grandes, inolvidable. Muchas gracias por tu visita, otro beso para ti y muy feliz día🌹

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  3. Sigue actual su discurso! Desafortunadamente en mí país también no sé valora mucho la cultura. Un beso Dakota

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    1. El discurso en una época un tanto negra para la cultura, más razón para que sea inolvidable en el tiempo. Besos Joana,y mil gracias por comentar 😘

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